Vox ha presentado finalmente una nueva moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez, sabiendo que no contará con el apoyo necesario para prosperar, pero que permitirá al partido protagonizar la agenda mediática, y de paso, tratar de mostrarse a la opinión pública como principal oposición al sanchismo. Mucho se está hablando en los últimos meses de los bulos en Internet, una realidad que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afamó bajo el término ‘fake news’ (noticias falsas), durante su controversial carrera, dando a este tema una gran relevancia que le sirvió para desacreditar informaciones indeseadas. Hoy, como consecuencia de la tensión política y social provocada por crisis del coronavirus, y las duras medidas adoptadas, las noticias falsas han vuelto a generar una enorme preocupación en los gobiernos europeos. Una vez más, ante la extrema dificultad de formar un gobierno coherente en un panorama político tan fragmentado e ideológicamente dispar como el español, Pedro Sánchez, presidente en funciones, convocó elecciones con el objetivo de facilitar el desbloqueo; sin embargo, el resultado no hace más que complicar aún más la situación, y obligar al socialista a recular en sus pretensiones si no quiere prolongar aún más este proceso. Pasado un día del lamentable atentado de Barcelona, y guardando el debido respeto a las víctimas y afectados, así como condenando cualquier tipo de acto terrorista, es momento de analizar la estrategia de comunicación política llevada a cabo, con la que no estoy de acuerdo. Antes de las cinco de la tarde se produce el fatídico suceso en Las Ramblas, que deja trece fallecidos y más de cien heridos. Pasada la medianoche, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, realiza su primera comparecencia pública. Siete horas de espera, dando prioridad a que otras autoridades regionales lancen sus mensajes audiovisuales a modo de puesta en escena oficial tras el atentado terrorista. Se confirmaron las previsiones en la elecciones generales celebradas ayer en España, el Parlamento queda más fraccionado que nunca, hasta el punto de que es imposible crear bloques lógicos para alcanzar la mayoría y formar Gobierno. Pase lo que pase, queda claro que es el inicio de una nueva era de pluralidad y frescura en la política española, que traerá grandes beneficios, aunque tampoco se pueden ocultar otras desventajas evidentes que trae consigo el incremento de distintos colores que forman el Congreso. El candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, llevaba más de cuatro años sumido en el silencio, una estrategia que, como analizaba en este viejo artículo, le había funcionado bien hasta esta campaña electoral. Sin embargo, a menos de una semana de las elecciones generales, justo cuando más lo necesitaba, da la sensación de haber despertado, tras las provocaciones del socialista Pedro Sánchez en el último debate televisado, y del lamentable incidente que vivió en Pontevedra. Puede que sea tarde, pero en pocos días ha recuperado el protagonismo de la campaña, pese a que sus rivales parecían sacarle mucha ventaja en este sentido. A menos de un mes para las elecciones generales españolas, y pocos días para el inicio de la campaña formal, los candidatos de los principales partidos nos han dejado en las últimas semanas buenas muestras del estilo de comunicación que predominará en esta ocasión. Incluso el actual presidente del Gobierno y candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, de la vieja escuela, se ha visto arrastrado por la nueva imagen que pretende desarrollar la nueva generación de políticos representada por Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, más abiertos y desenfadados. Las elecciones autonómicas catalanas no dejaron unos resultados especialmente sorprendentes, tal y como mencionaba en el anterior artículo de este blog, la única duda sobre esta contienda era si Junts Pel Sí lograría o no la mayoría absoluta, su único objetivo y razón de ser. Finalmente, la coalición fracasó, y fue el partido que mejor supo comunicar moderación el que acabó siendo el triunfador de la noche, Ciudadanos, pasando de nueve a 25 escaños, convirtiéndose en líder de la oposición, y demostrando que la "voluntad del pueblo" tan presumida por los independentistas no existe, y sí una gran división en la que más de la mitad de los catalanes no comulga con el separatismo. El próximo domingo se celebran las elecciones autonómicas de Cataluña, como siempre, especialmente entretenidas para quienes disfrutamos observando y analizando estos procesos. Una vez más, la independencia es el tema central, aunque esta vez parece que se intenta ir más en serio, lo que ha llevado durante los últimos meses a crear una sensación de radicalismo por parte de todas las posturas implicadas, hasta el punto de alejarse demasiado de la apreciada moderación que acaba permitiendo mayorías absolutas. Mucho se ha hablado de Grecia en las secciones de política y economía de la prensa internacional durante las últimas semanas, y se seguirá haciendo, ya que el caso es especialmente complejo. Un problema de insolvencia que afecta a toda Europa, con una única salida lógica posible: llegar a un acuerdo que no suponga una escisión, tal y como ha acabado ocurriendo. Sin embargo, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha logrado justificarse ante los ciudadanos, a través de un referéndum que respaldó su postura, a pesar de que finalmente los recortes serán una realidad inevitable. |
Miguel Ángel Matilla Blanco:
asesor de comunicación estratégica; formador; escritor Categorías
Todo
Archivo
Junio 2024
|