![]() El análisis comunicacional de lo ocurrido en las últimas semanas en Europa, desde que se anunció el rescate a Chipre de acuerdo a la conocida como ‘troika’ (Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI) , explica en gran parte la disconformidad de los ciudadanos respecto a sus políticos, principalmente en los países más afectados por la crisis. El proceso comunicativo deja de ser un vehículo de entendimiento y transparencia, para convertirse en un cúmulo de contradicciones y repentinos cambios de rumbo que sólo logran transmitir una incómoda incertidumbre. El pasado 16 de marzo, el titular del rescate a Chipre inundaba las portadas de los medios generalistas, provocando un corralito e instaurando el escandaloso precedente de la posibilidad de tocar el dinero de los ahorradores en los países con problemas. Se hablaba de un impuesto del 6,75% para depósitos de menos de 100.000 euros, y de un 9,9% para el resto. Un vistazo a los comentarios de la noticia en los principales diarios y a las redes sociales, confirmaba que la alarma se había disparado; se desatan así las protestas, tanto en Chipre como en otros lugares.
Días después, tras comprobar el impacto de la noticia en la población y valorar sus consecuencias, el Parlamento chipriota rechaza la propuesta inicial, iniciando así la negociación en busca de una alternativa que evite una situación como la salida del euro de la isla. Entre el 24 y 25 de marzo, se anuncia el acuerdo entre Chipre y la ‘troika’ para desbloquear el rescate, salvando a los depósitos menores, pero asegurando una quita mayor de la acordada en un principio para los ahorradores con más de 100.000 euros en los principales bancos del país. El ministro de Finanzas chipriota, Michalis Sarris, confirmaba los rumores al afirmar que la cuantía que se retirará a los depositantes mencionados rondará el 40%. Bajo este escenario de negociación, de tira y afloja, florece la evidente indignación de los chipriotas y, en el resto de países ya rescatados o al borde del rescate, el lógico temor ante un contagio, ante una probable escenario similar que suponga una reducción de los ahorros reunidos durante años, para salvar una situación de crisis financiera a gran escala que, el mismo ciudadano, a pie de calle, ni siquiera alcanza a comprender. Contradicciones Frente a las dudas y especulaciones, surge la necesidad por parte de los representantes políticos de transmitir tranquilidad y evitar una peligrosa fuga de capitales. En el caso de España, uno de los países afectados por los rescates europeos, tanto el ministro de Economía, Luis de Guindos, el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, y el mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se han apresurado a asegurar que el caso de Chipre es único y exclusivo, prometiendo que no se producirá en otros países. Por el contrario, la información enviada por parte de la Comisión Europea, anuncia una posible propuesta legislativa sobre el Mecanismo de Resolución de Bancos, que obligaría a los ahorradores con más de 100.000 euros a participar en los próximos rescates. El 26 de marzo, el propio presidente el Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, metía la pata al decir que lo ocurrido en Chipre serviría de modelo para otros países, unas palabras que afectaron muy negativamente a la Bolsa, obligando al líder europeo a rectificar, pese que horas después, el grupo volvió a reconocer que la medida podría no ser única. Contradicciones que juegan con la tranquilidad de los pequeños y, sobre todo, grandes ahorradores. En Internet y las redes sociales, donde es la población quien se expresa, y no solo los representantes de grandes organismos, se leen muchas dudas y comentarios que animan incluso a retirar el dinero de los bancos. En definitiva, el análisis de la crisis chipriota, desde el punto de vista de la comunicación política, desvela incoherencias que destapan el enfrentamiento de intereses entre los países más fuertes de la Unión Europea, y quienes peor lo están pasando. El resultado es un esquema comunicativo de varios frentes que no hace más que provocar incertidumbre y poner aún más en peligro la estabilidad económica de la Eurozona.
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Miguel Ángel Matilla Blanco:
asesor de comunicación estratégica; formador; escritor Categorías
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Junio 2024
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