Las encuestas acertaron de lleno, el Partido Popular ganó las elecciones con mayoría absoluta, Mariano Rajoy es el presidente electo del Gobierno de España, el PSOE se llevó el peor resultado de su historia, y el bipartidismo pierde fuerza. La conservadora estrategia electoral del PP se impuso en campaña a los riesgos que asumió Rubalcaba con el objetivo de remontar una situación muy adversa. El PSOE ya había perdido las elecciones desde muchos meses atrás, pero Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo desaprovecharon la oportunidad de remontar votos que les brindaba el proceso electoral desde el momento en que el partido presentó su eslogan: ‘Pelea por lo que quieres’, palabras arriesgadas que insinúan conflictividad, no era el mejor momento. El PP contraatacó rápidamente con una frase positiva y conciliadora, ‘Súmate al cambio’. Es evidente que, en tiempos de crisis, mejor sumar que pelear, y así se demostró en las urnas. Finalmente, los socialistas no pelearon por lo que querían, se quedaron en casa, o votaron a partidos minoritarios, alentados por el movimiento 15-M en su cruzada contra el bipartidismo. Los simpatizantes del PP, una vez más, fueron fieles a la causa y acudieron a votar; suficiente para ganar las elecciones. Los populares ganaron cerca de 600.000 votantes respecto a las elecciones de 2008, mientras que el PSOE perdió más de cuatro millones de votos. Al Partido Popular le salió la campaña perfecta, desde el día del debate entre Rajoy y Rubalcaba, el candidato popular logró proyectar una imagen presidencial, tranquila y serena, sin cometer errores. Sólo Twitter fue capaz de dar algún quebradero de cabeza al equipo del PP, sin embargo, como recuerda el consultor político Javier Sánchez Galicia, las redes sociales, son parte de la estrategia, pero no la estrategia; su influencia en el voto, de momento, es más limitada de lo que gustaría a muchos twitteros. Rubalcaba siempre se mostró más exaltado, demasiado interesado en llamar la atención, su estrategia de preguntar a Rajoy sobre su “programa oculto” no sólo no fue eficaz, sino que potenció la imagen del candidato del PP como futuro presidente. El 15-M facilita la mayoría absoluta del PP Fuertes movimientos sociales como ‘15-M’ o ‘No les votes’, en su lucha contra el bipartidismo y el actual sistema electoral, no hicieron más que facilitar el logro de la mayoría absoluta por parte del PP, la única incógnita que podía preocupar al partido. Los ‘indignados’ sólo movilizaron al electorado de izquierda, que se fragmentó más de lo previsto. Los manifestantes, efectivamente, no les votaron, pero sólo perdieron votos los socialistas. En otro sentido, quienes también resultaron vencedores, como también previeron las encuestas, fueron Izquierda Unida (que pasó de dos a once escaños), CiU (de diez a dieciséis) y Unión, Progreso y Democracia (de uno a cinco). A pesar de ello, el partido de Rosa Díez no cumplió, por los pelos, su objetivo de formar grupo parlamentario. Por tanto, CiU e Izquierda Unida se convierten en los auténticos terceros en discordia de un Parlamento muy fragmentado, pero con una aplastante mayoría absoluta del partido que formará Gobierno.
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Miguel Ángel Matilla Blanco:
asesor de comunicación estratégica; formador; escritor Categorías
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Junio 2024
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